miércoles, 13 de agosto de 2008

Una familia diferente


Corría el año de 1968, Facultad de Ingeniería de la UNAM, muchos estudiantes suramericanos, desde la primer clase se me acercó Héctor, un colombiano, yo lo veía “raro” en su lenguaje corporal y un poco modosito en el hablar, muy platicador, sin inhibiciones y con lenguaje muy correcto sin majaderías, parecía buena onda y muy simpático así que pronto nos hicimos amigos.

Un día después de mas de seis meses me dijo--- Sabes tu me has tratado bien y con respeto, nunca me has ofendido ni me dices las sandeces que me dicen los compañeros del salón por lo tanto y por la confianza que te tengo quiero confesarte algo---

…Dime Héctor de que se trata--- dije yo, ----bueno me da un poco de pena por lo que puedas pensar----me aseguró, ---- no te preocupes, para eso son los amigos, o no?--- dije tratando de darle confianza.

---La verdad es que yo soy gay y me gustan los hombres---- Debió haber visto que arquee las cejas porque de inmediato agregó--- pero no te asustes tu no eres mi tipo, tu eres solo un buen amigo y por eso te lo cuento. De hecho también te cuento que ando con Mario, el chiapaneco, ya hemos salido alguna veces juntos y nos entendimos de maravilla.

En los meses siguientes Héctor se alejó un poco, lo que yo me explicaba como producto de la relación entre él y Mario.

Al casi finalizar el año escolar, un día me dice Héctor, sabes amigo voy a abandonar la Facultad, le pregunté ----¿porqué si llevas buenas calificaciones?---- me confesó, es que voy a vivir con Mario de tiempo completo para atenderlo como el se merece--- pero que van a decir tus padres?, le espeté, ----ellos no dirán nada porque no sabrán nada, solo seguirán enviándome dinero cada mes como hasta ahora.

Efectivamente ese mismo mes Héctor desapareció de la Facultad, lo mismo que Mario.

A la vuelta de siete años encontré a los dos en la Central de Autobuses, los salude y me detuve unos momentos a platicar con ellos, Héctor cargaba un niño como de cuatro años, y como siempre de la pareja él era la voz cantante, me dijo---- mira te presento a Carlitos nuestro hijo, una mujer soltera lo iba a abandonar y nos lo regaló, ahora si “somos una familia”.

Enhorabuena por Carlitos que ahora cuenta con una “familia diferente”.

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