jueves, 28 de junio de 2012

ATREVÁMONOS A SER DIFERENTES


¡ ATREVÁMONOS A SER  DIFERENTES!
Todos podemos ser maestros de vuelos de altura,
sembradores de utopías,
exploradores de nuevos cielos y mundos más allá  de los gritos y graznidos de la bandada,
para que otros vean en nuestras vidas una invitación a trascender,
a ir más allá de si mismos.

Una invitación al riesgo de volar.

Por eso hoy más que nunca,
necesitamos hombres y mujeres que propongan pasión,
el abrirse a la plenitud de lo desconocido,
que nos levanten de tanto vuelo rastrero,
de tanta ilusión de plenitud en un mundo sin horizontes ni sueños,
que rescaten y propongan con esperanzadora firmeza la vuelta a la utopía,
el atreverse a construir un mundo donde sea posible la libertad y la aventura del servicio.

Del corazón


Crisis factor de cambio


ERES VALIOSO(A)


ERES VALIOSO(A)
Tu presencia es un regalo para el mundo.
Eres una persona única en un millón.
Tu vida puede ser como tu quieras que sea.
Vive cada día con intensidad.
Cuenta tus alegrías, no tus desdichas.
Lucha contra la adversidad que se te presente.
Dentro de tí hay infinitas respuestas.
Comprende, ten coraje, se fuerte.
No te impongas límites.
Hay tantos sueños que esperan ser realizados!
Las decisiones son tan importantes para librarlas al azar.
Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.
No hay nada tan desgastante como las preocupaciones.
Mientras más carguemos con un problema, más pesado se hace.
No te tomes las cosas con tanta seriedad.
Vive una vida de serenidad, no de lamentos.
Recuerda que un poco de amor recorre largos caminos.
Recuerda que mucho… es para siempre.
Recuerda que la amistad es una sabia inversión.
Los tesoros de la vida son personas… unidas.
Nunca es tarde.
Transforma lo cotidiano en extraordinario.
Ten salud, esperanza y felicidad.
Pídele un deseo a una estrella.
Y jamás olvides….. ni siquiera por un día… cuan especial eres.
“Collyn Mc Carty”

sábado, 23 de junio de 2012

El segundo traje


El Segundo Traje

Cierta vez un hombre visitó a su consejero y le relató su problema.

- “Soy un sastre. Con los años gané una excelente reputación por mi experiencia y alta calidad de mi trabajo. Todos los nobles de los alrededores me encargan sus trajes y los vestidos de sus esposas. Hace unos meses, recibí el encargo más importante de mi vida.

El príncipe en persona escuchó de mí y me solicitó que le cosiera un ropaje con la seda más fina que es posible conseguir en el país. Puse los mejores materiales e hice mi mejor esfuerzo. Quería demostrar mi arte, y que este trabajo me abriera las puertas a una vida de éxito y opulencia.

Pero cuando le presenté la prenda terminada, comenzó a gritar e insultarme:

- ¿Esto es lo mejor que puedes hacer? ¡Es una atrocidad! ¿Quién te enseñó a coser?

Me ordenó que me retirara y arrojó el traje tras de mí. ¡Estoy arruinado!. Todo mi capital estaba invertido en esa vestimenta, y peor aún, mi reputación ha sido totalmente destruida. ¡Nadie volverá a encargarme una prenda luego de esto! ¡No entiendo qué sucedió, fue el mejor trabajo que hice en años!”

-”Vuelve a tu negocio”, dijo el sabio, “descose cada una de las puntadas de la prenda y cóselas exactamente como lo habías hecho antes. Luego llévala al príncipe.”

- “¡Pero obtendré el mismo atuendo que tengo ahora!”, protestó el sastre.

“Además mi estado de ánimo no es el de siempre”.

- “Haz lo que te indico, y Dios te ayudará”, dijo el hombre.

Dos semanas después, el sastre retornó.

- “¡Usted ha salvado mi vida! Cuando le presenté nuevamente el ropaje, el rostro del noble se iluminó: ¡Hermoso!, exclamó. ¡Este es el más hermoso y delicado traje que haya visto!

Me pagó generosamente y prometió entregarme más trabajo y recomendarme a sus amigos.

Pero, deseo saber ¿cuál era la diferencia entre la primer prenda y la segunda?”

- “El primer traje”, explicó, “fue cosido con arrogancia y orgullo”.

“El resultado fue una vestimenta espiritualmente repulsiva que, aunque técnicamente perfecta, carecía de gracia y belleza. Sin embargo, la segunda costura fue hecha con humildad y el corazón quebrado, transmitiendo una belleza esencial que provocaba admiración en cada uno que la veía”.

¿Y tú cómo haces tu trabajo profesional, familiar, personal, etc.. con arrogancia y orgullo, o con humildad en el corazón?